Cuando la intervención de Occidente en Libia aún no ha cumplido su primera semana y las revueltas populares continúan por toda la región -en Siria, Yemen y Bahréin- el estallido de una bomba en una parada de bus de Jerusalén que mató a una mujer es un recuerdo doloroso de la continuidad de uno de los conflictos más duraderos del Medio Oriente.Los esfuerzos del líder libio, Muamar Gadafi, por presentar las acciones de la coalición internacional como un ataque que recuerda a las cruzadas medievales no parecen haber tenido mucho eco en el resto del mundo árabe, al menos por ahora.Pero las sociedades árabes se encuentran en un lugar inusual, fascinadas tantos por las posibilidades como por los peligros que generan las transiciones políticas en curso en Túnez y Egipto.El atentado con bomba en la parada de autobús de Jerusalén es un recordatorio de que el viejo espectro del conflicto entre israelíes y árabes puede ensombrecer la fiesta democrática.El recurrente conflicto en la frontera israelí con la franja de Gaza ha costado la vida de varios civiles palestinos en los últimos días. Y el fin de semana pasado milicianos palestinos de Gaza incrementaron sus ataques con misiles sobre el sur de Israel hasta una intensidad no vista en los últimos dos años.El asesinato de una familia de colonos israelíes en Cisjordania hace poco más de dos semanas conmocionó a muchos en Israel.La respuesta del gobierno de Israel fue dar luz verde al día siguiente a la construcción de 400 nuevas casas en Cisjordania ocupada, lo que suscitó condenas en Europa y Estados Unidos, al igual que pasó con el asesinato de la familia.Frustración palestinaNo está claro quién está detrás del atentado de la parada de autobús en Jerusalén. Algunos apuntan a grupos palestinos con conexiones en Damasco o incluso Teherán, pero no es necesario mirar tan lejos.Hay muchos palestinos irritados por la falta de progreso de los intentos de paz y frustrados con la estrategia, principalmente diplomática, seguida por la Autoridad Nacional Palestina.Los líderes de la ANP se han centrado en obtener mayor reconocimiento por países extranjeros y en el fortalecimiento de sus futuras instituciones.Sin embargo, el intento de la Autoridad Palestina el mes pasado por obtener del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una resolución formal condenando la construcción de asentamientos israelíes fue vetado por Estados Unidos.Esto, junto con el anuncio de nuevas construcciones de casas en Cisjordania por Israel, subraya las limitaciones de esa estrategia.La generación que creció con las promesas del actual “proceso de paz” ve que la paz es igual de esquiva que en tiempos anteriores.Se antoja difícil atisbar algún tipo de avance cuando hay tantos otros problemas apremiantes en la región.Pero como el canciller británico William Hague ha subrayado repetidamente, en un momento de cambios espectaculares, la urgencia por alcanzar una paz integral entre Israel y los palestinos no ha hecho más que crecer.
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